viernes, 23 de noviembre de 2012

Mártires de la Tradición

Lo demandó el honor y obedecieron,
lo requirió el deber y lo acataron;
con su sangre la empresa rubricaron
con su esfuerzo la Patria redimieron.

Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso como valientes lucharon,
por eso como mártires murieron.

Inmolarse por Dios fue su destino,
salvar a España su pasión eterna,
servir al Rey su vocación y sino.

¡No supieron querer a otra Bandera!
¡No supieron andar otro camino!
¡No supieron morir de otra manera!


Del Poeta burgalés Martín Garrido Hernando,
voluntario del Tercio de Requetés de Burgos-Sangüesa

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