Las gallinejas son un plato popular típico de la cocina madrileña,
compuesto por las asaduras del cordero, a saber: intestino delgado, el
bazo y las mollejas finas del páncreas que se fríen todas juntas en su
propia grasa, de tal forma que adquieren formas en espiral (dependiendo
de la habilidad del gallinejero van adquiriendo diferentes formas). Es
costumbre servir calientes las gallinejas justo tras la fritura en una
misma fuente, generalmente acompañadas de patatas fritas.
Historia
Historia
El
origen de este plato es humilde, y ya en los años 1950 se elaboraba de
las sobras que salían del extinto Matadero de Legazpi (en la actualidad
existe un edificio del Distrito de Arganzuela) que se repartían entre
todos los establecimientos que lo cocinaban por partes iguales. En
aquellos días el olor de la fritura debía de ser muy familiar e intenso y
atraer a la mayoría de los comensales a comer en estos sitios. Era un
alimento barato asequible a las clases trabajadoras.
Antes,
cuando rebullía un Madrid castizo, se freían y despachaban en quioscos,
en verbenas y fiestas de San Isidro, lo que proporcionaba un fuerte
olor a toda la Pradera.
Ya en la obra de Benito Pérez Galdós "Fortunata y Jacinta" se hace mención a la gallineja: «Era la vecina del bohardillón, llamada comúnmente la gallinejera, por tener puesto de gallineja y fritanga en la esquina de la Arganzuela», donde se define la palabra gallinejera como la persona que vende y fríe la gallineja.
Actualidad
Ya en la obra de Benito Pérez Galdós "Fortunata y Jacinta" se hace mención a la gallineja: «Era la vecina del bohardillón, llamada comúnmente la gallinejera, por tener puesto de gallineja y fritanga en la esquina de la Arganzuela», donde se define la palabra gallinejera como la persona que vende y fríe la gallineja.
Actualidad
En
la actualidad quedan pocos establecimientos en Madrid que sirvan este
plato, algunos de ellos conservan todavía el aire de la época y los que
acuden consideran este plato más una delicatessen que una comida
popular. No obstante, en alguna fiesta de barrio sigue estando presente
el olor de su sebo y fritanga.
Preparación:
· Se avían como es debido unas tripas de cordero, se cortan en trozos de un par de dedos de largo y se sazonan.
·
Se echan a freír en una cazuela honda con sebo -que es lo bueno- o con
aceite muy caliente y abundante hasta dejarlas doradas y crujientes.
· Espolvorearlas de sal y servir en un cucurucho de papel de estraza.
Ingredientes: Gallinejas - Sal - Sebo o aceite
No hay comentarios:
Publicar un comentario