¡Futurismo!
¡Insurrección! ¡Algarada! ¡Festejo
con música wagneriana! ¡Modernismo! ¡Violencia
sideral! ¡Circulación en el aparato venoso de la
vida! ¡Antiuniversitarismo! ¡Tala de cipreses! ¡Iconoclastia!
¡Pedrada en un ojo de la Luna! ¡Movimiento sísmico
resquebrajador que da vuelta a las tierras para renovarlas y
darlas lozanía! ¡Rejón de arador! ¡Secularización
de los cementerios! ¡Desembarazo de la mujer para tenerla
en la libertad y en su momento sin esa gran promiscuación
de Ios idilios y de los matrimonios! ¡Arenga en un campo
con pirámides! ¡Conspiración a la luz del
sol, conspiración de aviadores y "chauffeurs"!
¡Abanderamiento de un asta de alto maderamen rematado
de un pararrayos con cien culebras eléctricas y una lluvia
de estrellas flameando en su lienzo de espacio! ¡Voz juvenil
a la que basta oír sin tener en cuenta la palabra: ese
pueril grafito de la voz! ¡Voz, fuerza, volt, más
que verbo! ¡Voz que debe unir sin pedir cuentas a todas
las juventudes como esa hoguera que encienden los árabes
dispersos para preparar las contiendas! ¡Intersección,
chispa, exhalación, texto como de marconigrama o de algo
más sutil volante sobre los mares y sobre Ios montes!
¡Ala hacia el Norte, ala hacia el Sur, ala hacia el Este
y ala hacia el Oeste! ¡Recio deseo de estatura, de ampliación
y de velocidad! ¡Saludable espectáculo de aeródromo
y de pista desorbitada! ¡Camaradería masona y rebelde!
¡Lirismo desparramado en obús y en la proyección
de extraordinarios reflectores! ¡Alegría como de
triunfo en la brega, en el paso termopilano! ¡Crecida
de unos cuantos hombres solos frente a la incuria y a la horrible
apatía de las multitudes! ¡Placer de agredir, de
deplorar escéptica y sarcásticamente para verse
al fin con rostros, sin lascivia, sin envidia y sin avarientos
deseos de bienaventuranzas: deseos de ambigú y de repostería!-
¡Gran galop sobre las viejas ciudades y sobre los hombres
sesudos, sobre todos los palios y sobre la procesión
gárrula y grotesca! ¡Bodas de Camacho divertidas
y entusiastas en medio de todos los pesimismos, todas las lobregueces
y todas las seriedades! ¡Simulacro de conquista de la
tierra, que nos la da!
Tristán seudónimo de Ramón Gómez de la Serna,
Prometeo, 20 (1910). En Rozas, ed.,
La generación del 27 desde dentro,
La generación del 27 desde dentro,
Madrid: Istmo, 1986, pp. 167-168
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