domingo, 28 de octubre de 2012

Por Siempe Orgullosos

Luzco del mundo en la gentil pavana,
sobre el recio tahalí de mi tizona,
una cruz escarlata, que pregona
mi abolengo de estirpe castellana.

Llevo a los hombros ferreruelo grana
guío el mostacho a la usanza borgoñona
y mi blanca gorguera se almidona
bajo mi crespa cabellera grana.

Tengo cien lanzas combatiendo en Flandes,
mil siervos en las faldas de los Andes,
calderas y pendón, horca y chuchillo,

un condado en la tierra montañesa,
un fraile, confesor de la condesa,
cien lebreles, diez pajes y un castillo.


Enrique López Alarcón

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