domingo, 28 de octubre de 2012

Hallowen

Pese a que hoy en día se considera una fiesta/tradición netamente norteamericana (con la carga negativa que esto conlleva, habida cuenta de la mala fama que los EE.UU. atesoran en el imaginario colectivo del espectro nacionalista), lo cierto es que su origen es en realidad celta y, por tanto, EUROPEO. En su ingente y laboriosa tarea evangelizadora, la iglesia cristiana adoptó y modificó fiestas y tradiciones como esta y de hecho propició que su verdadero significado cayera en el olvido. No pretendo sentar cátedra ni poseer el monopolio de la verdad, pero sí destacar que considero un error calificar esta fiesta como instrumento de invasión cultural por parte del imperio global norteamericano…

Origen celta
Halloween tiene su origen en una festividad céltica conocida como Samhain, que deriva de irlandés antiguo y significa fin del verano. Los antiguos britanos tenían una festividad similar conocida como Calan Gaeaf. En el Samhain se celebraba el final de la temporada de cosechas en la cultura celta y era considerada como el “Año Nuevo Celta”, que comenzaba con la estación oscura.
Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el Otro Mundo se estrechaba con la llegada del Samhain, perminitendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. Su propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado. En Escocia los espíritus fueron suplantados por hombres jóvenes vestidos de blanco con máscaras o la cara pintada de negro. El Samhain también era un momento para hacer balance de los suministros de alimentos y el ganado para prepararse para el invierno. Las hogueras también desempeñaron un papel importante en las festividades. Todos los otros fuegos se apagaban y en cada hogar se encendía una hoguera en la chimenea. Los huesos de los animales sacrificados se lanzaban a la hoguera.
Otra práctica común era la adivinación, que a menudo implicaba el consumo de alimentos y bebidas.

La tradición romana
Cuando tuvo lugar la ocupación romana de los dominios celtas la festividad fue asimilada por estos. Aunque ya celebraban los últimos días de octubre y primeros de noviembre una festividad conocida como la "fiesta de la cosecha", en honor a Pomona (diosa de los árboles frutales), se mezclaron ambas tradiciones. Las manzanas eran muy populares y pronto formaron parte de las celebraciones.

Relación con el Cristianismo
Desde el siglo IV la Iglesia de Siria consagraba un día a festejar a "Todos los Mártires". Tres siglos más tarde el Papa Bonifacio IV (615) transformó un templo romano dedicado a todos los dioses (panteón) en un templo cristiano dedicándolo a "Día de todos los Santos", a todos aquellos que los habían precedido en la fe. La fiesta en honor de Todos los Santos, inicialmente se celebraba el 13 de mayo, pero fue el Papa Gregorio III (741) quien la cambió de fecha al 1 de noviembre, que era el día de la "Dedicación" de la Capilla de Todos los Santos en la Basílica de San Pedro en Roma. Más tarde, en el año 840, el Papa Gregorio IV ordenó que la Fiesta de "Todos los Santos" se celebrara universalmente. Como fiesta mayor, ésta también tuvo su celebración vespertina en la "vigilia" para preparar la fiesta (31 de octubre). Esta vigilia vespertina del día anterior a la fiesta de Todos los Santos, dentro de la cultura Inglesa se tradujo al inglés como: "All Hallow's Eve (inglés: All Hallow's Eve, '(Vigilia de Todos los Santos' )?. Con el paso del tiempo su pronunciación fue cambiando primero a "All Hallowed Eve", posteriormente cambio a "All Hallow Een" para terminar en la palabra que hoy conocemos "Halloween" que se convirtió en un festival puramente comercial.
Existen algunas prácticas tradicionales en las naciones celtas que aun conservan la herencia de dicha fiesta, como las diásporas irlandesa y escocesa.
La misma palabra fue usada para nombrar un mes en el antiguo calendario celta, en particular a las primeras tres noches de este mes con el festival marcando el final del verano y de las cosechas. En los idiomas gaélicos "Samhain" es la palabra para "noviembre" y puede significar "fin del verano".

Cristianización de la festividad
En una época en la que predominaban las festividades "paganas",9 los Papas Gregorio III (731–741) y Gregorio IV (827–844) intentaron suplantarla por una festividad cristiana (Día de Todos los Santos) que fue trasladada del 13 de mayo al 1 de noviembre.


Samhain en la cultura celta
El calendario galo dividía el año en dos mitades, la mitad oscura comenzando en el mes de Samonios (lunación octubre-noviembre), y la mitad clara, comenzando en el mes de Giamonios (lunación abril-mayo). Se consideraba que el año comenzaba con la mitad oscura, así Samonios se convertía en el año nuevo celta. Todos los meses comenzaban con la luna llena y la celebración del año nuevo tomaba lugar durante las "tres noches de Samonios", la luna llena más cercana entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno. Las lunas llenas marcaban el punto medio de cada mitad del año durante las cuales se celebraban festivales. El calendario de Coligny marca la luna de pleno verano, sin embargo, omite la de pleno invierno. El calendario fue diseñado para alinear las lunaciones con el ciclo agrícola, y la posición astronómica exacta del Sol se consideraba menos importante.
En la Irlanda medieval, Samhain permaneció como la principal festividad, celebrado con una gran asamblea en la corte real de Tara, durando tres noches, consistente con el testimonio galo.
La festividad céltica del Samhain se describe como una comunión con los espíritus de los difuntos que, en esta fecha, tenían autorización para caminar entre los vivos, dándosele a la gente la oportunidad de reunirse con sus antepasados muertos. Para mantener a los espíritus contentos y alejar a los malos de sus hogares, dejaban comida fuera, una tradición que evolucionó convirtiéndose en lo que hoy hacen los niños yendo de casa en casa pidiendo dulces.
Después de que los romanos conquistaran gran parte de los territorios celtas, estos influenciaron el mundo céltico con sus festivales a la diosa romana de la cosecha, Pomona. Más tarde, los cristianos calificaron las celebraciones celtas como una práctica herética, destruyendo bajo este pretexto gran cantidad de la cultura, monumentos, y tradiciones celtas, para afianzar su dominio político y social del viejo continente. Fue la época de sometimiento de los pueblos libres paganos, que eran convertidos al cristianismo demonizando sus creencias, adoptando sus festivales, y convirtiéndolos al cristianismo. Así, el de Samain se convirtió en el día de Todos los Santos, de donde deriva el nombre inglés de Halloween.
Por el Samhain era costumbre vaciar nabos (posteriormente calabazas, debido a una tradición estadounidense) para ponerles dentro velas. Varios siglos después, esta tradición (que renace en la actualidad gracias al movimiento neo-pagano) tiene una falsa y deshonrosa continuidad en las fiestas comerciales de Halloween, que podrían ser una exportación de los irlandeses a Estados Unidos en el siglo XIX y principios del XX. Así, debemos considerarla como una celebración pagana y ancestral, al contrario que Halloween, que sería una celebración importada y modificada en Norteamérica para convertirse en una celebración puramente comercial.

Samhain en la leyenda celta irlandesa
El Ciclo de Ulster está salpicado de referencias al Samhain. Muchas de las aventuras y campañas emprendidas por los personajes comienzan en la fiesta de la noche de Samhain. Algunos ejemplos de estas historias presentes en el folclore irlandés son:
Echtra Nerai, la aventura de Nera; y Catch Maige Tuireadh, en la que las deidades Morrigan y Dagda se reúnen y mantienen relaciones sexuales antes de combatir contra los fomorianos, una raza semi-divina que habitaba Irlanda en tiempos antiguos.

Samhain en la cultura gallega
Rafael López Loureiro, maestro de escuela de Cedeira (A Coruña) fue el responsable de redescubrir esta tradición y comprobar que existía por toda Galicia hasta hace menos de treinta años. Además, también comprobó su pervivencia en el norte de Cáceres, alrededor de la zona en la que están situadas las aldeas de habla gallega, y en zonas de Zamora y de Madrid. Además, este estudioso analizó la relación de la costumbre de las calabazas con el culto a la muerte y a semejanza con las tradiciones hermanas de las islas británicas. Hasta llegó a detectar peculiaridades como la de Quiroga (Lugo), donde la calabaza tallada se seca y se conserva para usarla como máscara en el Entroido. Su trabajo sobre esta tradición, recogido en el libro “Caliveras de melón” (calaveras de melón) y en otra de posterior aparición, empezó aun ahora a llamar la atención de los antropólogos.

Renovación de Samhain evitando la influencia de Estados Unidos
López Loureiro también divulgo la tradición de las calabazas y su relación con el Samhain por colegios y asociaciones de todo tipo, lo que está provocando que cada vez haya más lugares en los que se celebra esta fiesta sin pasar por la influencia de Estados Unidos. También promovió, hace trece años, del Samhain que aún hoy se celebra en Cedeira. Primero desde la asociación "Chirlateira", y después desde "Amigos do Samaín", organizando cada año una exposición y un premio a la calabaza mejor esculpida. Además, se celebra una “procesión de ánimas”, en la que los jóvenes de la villa desfilan por las calles disfrazados y portando luces como si fuesen la Santa Compaña. Hay una merienda y actúan grupos de animación. Desde hace tres años se conceden los premios anuales del Samhain otorgados a Isaac Díaz Pardo a Xaquín Marín y al grupo Milladoiro. El acto de entrega se celebra en una caldeirada cultural, y la fiesta se cierra con el “De aquí nun ano”, un pregón que se lee al final del evento.
Heredera directa de la fiesta de Cedeira el Samaím o Festa das Cabaças que celebra la agrupación A Revolta, integrada en la Fundaçom Artábria de Ferrol. Después de un año de participación en el Samaín del norte, introdujeron en el casco urbano de Ferrol el tallado de calabazas. Además del obradoiro y de la posterior exposición. Desde Artábria reconocen que la tradición del tallado no se conservaba en la ciudad, pero si que había recuerdos en todas las aldeas de los alrededores, especialmente hacia la zona Norte. En Narón está desde hace bastante tiempo la fiesta organizada por la Asociación de Veciños de San Mateo. En Ferrolterra la "Festa das Caveiras" de Narahío. En Palmeira la fiesta organizada por el colegio público.
Un cuento de Celia de Sáa, del programa “Plis Plas” de la Radio Galega, recoge también esta tradición, y la revista que publica el programa lleva varios años dedicándole artículos. Un texto teatral, “Indo para o Samaín”, de Carlos y Sabela Labraña, también enseña a los más pequeños esta tradición gallega. El semanario “A Nosa Terra” recogía también en sus páginas esta tradición, y a medida que se va acercando el Día de Difuntos son cada vez más las páginas de que recogen la existencia de esta costumbre. Poco a poco el Samaín está ganado popularidad dentro de las tradiciones gallegas.

Algunos autores relacionan esta tradición celta con la Santa Compaña gallega, la Güestia asturiana, la Genti de Muerti extremeña, la Estadea zamorana o la Hueste de Ánimas leonesa.

M.R.

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