La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano
bajo un calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres
para el invierno.
La cigarra piensa que la hormiga es tonta, y se pasa el verano haciendo turismo, bailando y de juerga.
Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita donde tiene todo lo que le hace falta hasta la primavera.
Un
día, tiritando a la salida de un bar de copas, la cigarra organiza con
la prensa una rueda de prensa en la que se pregunta ¿por qué la hormiga
tiene derecho a vivienda y comida cuando quiere, cuando ella, tiene frío
y hambre?.
La prensas, las cadenas de TV y
los periódicos, organizan un programa en vivo, en el que la cigarra
sale pasando frío y calamidades, y a la vez muestran extractos del vídeo
de la hormiga calentita en su casa y con comida en la mesa.
Los
españoles se sorprenden de que en un país tan moderno como el suyo,
dejen sufrir a la pobre cigarra, mientras que otros viven holgadamente.
Las asociaciones contra la pobreza se manifiestan delante de la casa de la hormiga.
La
TV retransmite en directo la protesta. Los periodistas de los medios
escritos, escriben una serie de artículos, en los que cuestionan cómo la
hormiga se ha enriquecido a espaldas de la cigarra, e instan al
Gobierno a que en solidaridad, le aumente los impuestos de la hormiga.
El gobierno, muy implicado con los animales, hace una rueda de prensa
desde su casa, en el mismo Zoo de la Casa de Campo.
Respondiendo
a las encuestas de opinión, el presidente del Gobierno elabora una ley
sobre la igualdad económica, en la que califica a la hormiga como una
rémora de la intolerancia, y promueve en el Congreso, una ley
antidiscriminación, con carácter retroactivo contra las hormigas.
La justicia embarga la casa de la hormiga, ya que ésta no tiene suficiente dinero para pagar la multa y los impuestos.
La hormiga se va de España.
La
prensa rosa hace un reportaje donde sale la cigarra con sobrepeso,
porque ya se ha comido casi todo lo que había en la casa de la hormiga,
mucho antes de que llegue la época....
La
antigua casa de la hormiga se ha convertido ahora en un albergue social
para cigarras, pero la casa se deteriora rápidamente, porque nadie hace
nada para mantenerla en buen estado.
Al
Gobierno se le reprocha no poner los medios necesarios, por lo que sus
ministros, ponen en marcha una comisión de investigación que costará 10
millones de Euros.
La antigua casa de la
hormiga, ha sido ya ocupada por una banda de arañas inmigrantes, y el
Gobierno se felicita en la TV, por la "pluralidad cultural de España,
ejemplo del éxito de la Alianza de Civilizaciones ".
Y colorín colorado, nos la han colado.
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