Oh, joven doloroso, joven triste
Que sufres como yo el mal de España
Y que una negación honda, en tu entraña
Tienes, clavada, contra lo que existe.
Tu virgen corazón vibra de saña,
De santa saña porque no tuviste
Lo que pidió tu amor cuando naciste:
De la Patria, una idea y una hazaña.
La general inepcia fué el veneno
Que atosigó tu juventud vehemente,
Y de asco y de dolor yo te sé lleno.
Mas el futuro es nuestro y esa gente
Que hizo nuestra desgracia, ¡ se va al cieno!
Hermano, aquí va un ósculo a tu frente.
Ramón de Basterra y Zabala
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