-España
Nuestra postura europea es poco comprendida por algunos. El hecho de que en el pasado determinadas naciones hubiesen mantenido luchas y guerras sin cuartel contra España, hace que inexplicablemente se puedan mantener todavía rencores históricos.
En BéIgica, según parece, todavía hoy cuando se quiere asustar a los niños en lugar de decirles que "viene el coco", les dicen que "viene el Duque de Alba". Realmente es lamentable que estos odios se mantengan en una época en la que, más que nunca, la unidad de Europa es no sólo aconsejable sino vital. Si en un mapa contemplamos el tamaño de Francia o España (para no hablar de Bélgica, Holanda, Suecia etc.) nos daremos cuenta de que solamente uniendo todas las naciones europeas podremos hacer frente a las actuales grandes potencias y al futuro poder del Tercer Mundo.
Lamentablemente este 'odio' hacia Inglaterra o Francia que se siente en España, es recíproco en esos países, pero hay que hacer lo posible para vencerlo. En la Edad Media existía ya esa "Europa unida" donde una sola lengua, un solo estilo, un solo jefe, etc. marcaban la personalidad de todos. Hay que volver pues a esa unidad del pasado.
-Separatismo
Nuestra postura europea es poco comprendida por algunos. El hecho de que en el pasado determinadas naciones hubiesen mantenido luchas y guerras sin cuartel contra España, hace que inexplicablemente se puedan mantener todavía rencores históricos.
En BéIgica, según parece, todavía hoy cuando se quiere asustar a los niños en lugar de decirles que "viene el coco", les dicen que "viene el Duque de Alba". Realmente es lamentable que estos odios se mantengan en una época en la que, más que nunca, la unidad de Europa es no sólo aconsejable sino vital. Si en un mapa contemplamos el tamaño de Francia o España (para no hablar de Bélgica, Holanda, Suecia etc.) nos daremos cuenta de que solamente uniendo todas las naciones europeas podremos hacer frente a las actuales grandes potencias y al futuro poder del Tercer Mundo.
Lamentablemente este 'odio' hacia Inglaterra o Francia que se siente en España, es recíproco en esos países, pero hay que hacer lo posible para vencerlo. En la Edad Media existía ya esa "Europa unida" donde una sola lengua, un solo estilo, un solo jefe, etc. marcaban la personalidad de todos. Hay que volver pues a esa unidad del pasado.
-Separatismo
¿Somos separatistas? Nuestro incondicional apoyo al regionalismo desde los tiempos de
Franco hace que ante los militantes de la "derecha" seamos
"separatistas".
Nada más absurdo que hablar de "separatismo" por un lado y "europeismo" por otro. Es pues indudable que nosotros no podemos apoyar un "separatismo". Sin embargo frecuentemente cuando se habla del espíritu español, de la manera de ser española, cuando se hacen cosas "a la española", etc. etc. nos referimos más concretamente a un espíritu castellano que propiamente español. El espíritu guerrero, noble, valiente hasta el fín, independiente, etc., es más una peculiaridad "castellana" que española, al igual que en Alemania el "clásico" carácter alemán es el prusiano y en Inglaterra el británico, mientras que galeses, escoceses, suavos, bávaros etc. tienen personalidades muy diferentes.
Nada tan evidente como el hecho de que vascos, catalanes y gallegos -los casos más manifiestos- tienen peculiaridades propias muy acentuadas. Cataluña por ejemplo es una zona de gran sensibilidad artística, donde el espíritu "militar" es más bien escaso. El país vasco, en cambio, es un lugar donde la fuerza, la lucha, predomina sobre cualquier otra forma de actuación. No se trata de decir que los castellanos carecen de sensibilidad o que los catalanes son cobardes. Cada cual tiene su propia idiosincrasia y ésta debe ser defendida. En los casos vascos y catalanes con su territorio dividido entre España y Francia y sin ninguna reivindicación española sobre estas tierras -mientras todos los gobiernos hablan de Gibraltar-, el problema es más manifiesto.
Realmente es de suponer que en el futuro, cuando un castellano, un catalán, un bretón y un bávaro se sientan ante todo europeos, las actuales naciones que cubrieron una etapa histórica necesaria, desaparecerán y permanecerán las unidades más pequeñas regionales dentro de una gran nación llamada Europa. CEDADE no apoya pues ninguna postura anti-española como tampoco ninguna anti-catalana, respetando el amor de cada cual por la "patria chica" y fomentando el amor superior hacia la Gran Patria Europea.
Nada más absurdo que hablar de "separatismo" por un lado y "europeismo" por otro. Es pues indudable que nosotros no podemos apoyar un "separatismo". Sin embargo frecuentemente cuando se habla del espíritu español, de la manera de ser española, cuando se hacen cosas "a la española", etc. etc. nos referimos más concretamente a un espíritu castellano que propiamente español. El espíritu guerrero, noble, valiente hasta el fín, independiente, etc., es más una peculiaridad "castellana" que española, al igual que en Alemania el "clásico" carácter alemán es el prusiano y en Inglaterra el británico, mientras que galeses, escoceses, suavos, bávaros etc. tienen personalidades muy diferentes.
Nada tan evidente como el hecho de que vascos, catalanes y gallegos -los casos más manifiestos- tienen peculiaridades propias muy acentuadas. Cataluña por ejemplo es una zona de gran sensibilidad artística, donde el espíritu "militar" es más bien escaso. El país vasco, en cambio, es un lugar donde la fuerza, la lucha, predomina sobre cualquier otra forma de actuación. No se trata de decir que los castellanos carecen de sensibilidad o que los catalanes son cobardes. Cada cual tiene su propia idiosincrasia y ésta debe ser defendida. En los casos vascos y catalanes con su territorio dividido entre España y Francia y sin ninguna reivindicación española sobre estas tierras -mientras todos los gobiernos hablan de Gibraltar-, el problema es más manifiesto.
Realmente es de suponer que en el futuro, cuando un castellano, un catalán, un bretón y un bávaro se sientan ante todo europeos, las actuales naciones que cubrieron una etapa histórica necesaria, desaparecerán y permanecerán las unidades más pequeñas regionales dentro de una gran nación llamada Europa. CEDADE no apoya pues ninguna postura anti-española como tampoco ninguna anti-catalana, respetando el amor de cada cual por la "patria chica" y fomentando el amor superior hacia la Gran Patria Europea.
Jorge Mota
Objeciones clásicas a CEDADE
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