Una mano que representa un gesto irreverente, coloquialmente, una 'peineta', y que ha sido interpretado como una crítica política ha levantado un gran revuelo en Praga.
La escultura está colocada sobre una plataforma del río Moldava y tiene 10 metros de altura. Es perfectamente visible desde la sede de la presidencia del país. Casualmente, la obra ha aparecido a cuatro días para las elecciones parlamentarias.
Unos comicios en los que los comunistas parten como favoritos. El autor es conocido por su militancia anticomunista.
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