Hemos alimentado al monstruo, sin
descanso, durante décadas. Nos hemos regocijado en nuestra tarea,
disfrazando nuestro egoísmo y nuestra mezquindad de infantil
ignorancia, de cinismo y de hipocresía.
Sabíamos
que esto iba a ocurrir. Durante alguna resaca, sabíamos que esto iba a
ocurrir. En los últimos días de algún mes “apretado”, sabíamos que
esto iba a ocurrir. Cuando escuchábamos en las noticias, o por el boca a
boca, algún acto criminal perpetrado por los que ya sabemos, sabíamos
que estoy iba a ocurrir….pero nos pudo el egoísmo.
Ese
egoísmo que nos susurraba al oído que no actuar no era cobardía, si no
solo prudencia esperando un momento que nunca llegaba….que no merecía
la pena enfrascarse en aventuras “infantiles e idealistas”….que al fin y
al cabo esto no estaba tan mal, porque el mundo perfecto no existe….y
cien mil excusas más que aplacaban nuestras conciencias y detenían el
impulso de nuestro instinto natural de supervivencia. Pero solo frenaban
eso, porque el destino avanzaba inexorable, paso a paso….eslabón a
eslabón nos colocaban la cadena entera, como diría el Dr. Pierce.
Ahora los resultados empiezan, y sólo empiezan, a ser visibles y palpables…. ¿Vamos a seguir justificando nuestra inacción?
El
monstruo vino a por nosotros y nos atacó. Continúa hostigándonos y,
cuanto más “ladremos”, más recrudecerá su persecución. ¿Por qué?...
porque sabe perfectamente que no podemos coexistir en paz. O nos
destruye y esclaviza por completo, o acabaremos buscando su completa
destrucción…. y el monstruo también quiere sobrevivir.
Están
ocurriendo cosas que ni pensábamos posibles…. y vendrán más que
tampoco queremos aceptar, hoy por hoy, en nuestra mente, y cuanto más
tardemos en actuar, menos opciones tendremos.
Nos
separan, nos dan caza, nos acorralan…. y aún así, nos dedicamos a
llorar como rameras a la mañana siguiente de su primera noche….
aceptando inertes que volverán a humillarnos y a atacarnos….
Yo ya me he cansado.
De MRV
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