sábado, 22 de septiembre de 2012

Ríe, cree y lucha

"En Esparta existían solo dos monumentos: uno para los Dioscuros, que eran los dioses de la ciudad,  el otro para la risa. Los espartiatas debían reirse de sí mismos. En la mesa, los guerreros se ridiculizaban y se burlaban de los reyes quienes les respondían sin ofenderse"

"Saber reirse de uno mismo con alegría, en toda circunstancia, tanto más cuando más críticas sean las circunstancias, quiere decir desdramatizar la comedia humana con la felicidad típica de quien comprende y ama la tragedia. Reír con amargura, por el contrario, significa llorar la propia suerte. Reírse de los demás y no de uno mismo quiere decir estar inseguro y en consecuencia estar a la búsqueda de un reconocimiento que, a falta de algo mejor, se consigue disminuyendo a los que nos rodean. No reir significa no existir. ¿A cúal de estas terminologías perteneces?"

Gabriele Adinolfi
Tortuga. La isla que (no) existe.
Ediciones Midjungards

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