Pocas veces un análisis político estratégico y táctico ha podido tener
una visión tan pre-clara de los problemas de nuestra Nación. Si no
supiéramos el origen de la fuente de dichas reflexiones, podríamos
pensar, sin temor a equivocarnos que dichos planteamientos han sido
realizados hoy día.
Salvo matices estructurales del periodo político de la transición, el fondo de la línea política del FNJ sigue totalmente vigente hoy día.
Salvo matices estructurales del periodo político de la transición, el fondo de la línea política del FNJ sigue totalmente vigente hoy día.
- El problema del paro que puede ocasionar estallidos revolucionarios en ciertas zonas del país. Un paro del que son culpables única y exclusivamente los partidos del consenso.
- El problema de las autonomías: en las que se sirve en bandeja el poder regional a gobiernos de izquierdas como el caso del País Vasco y Cataluña.
- El problema del desinterés de la juventud. Si la democracia ha conseguido algo cara a la juventud no ha sido precisamente el derecho a voto, sino el hastío generalizado, el pasotismo en que ha sumido a la mayoría de la población juvenil. Es precisamente esa situación de nihilismo, unido al paro juvenil y a la miseria ideológica y cultural de gran parte de la juventud lo que puede producir un formidable estallido revolucionario.
- Los problemas relacionados con la partitocracia cada vez más evidentes en tanto que los funcionarios de carrera, los gestores de la administración pública están dejando ya de tener conciencia de ser "servidores del Estado" para convertirse paulatinamente en "servidores de los intereses de su partido". La partitocracia poco a poco lo va invadiendo todo, asfixia la vida comunitaria, divide a la nación, crea odios y rencillas, inestabilidad y para colmo cada partido constituye sus baronías o feudos de intereses.
- Los problemas relacionados con la moral: la ola de corrupción administrativa consiguiente a toda democracia es ciertamente comparable en intensidad a la corrupción moral que se respira en las calles. No solo la pornografía lo invade todo, sino que la ausencia de todo principio y valor superior termina por desinteresar todas y cada una de las instituciones tradicionales que progresivamente quedan desprovistas de cualquier significado.
Extracto del artículo publicado en Cuadernos La Antorcha, 5, 15-XI-1978.
Reeditado por Ediciones Nueva República en la obra Frente Nacional de la Juventud.
Encontrado en Interregnum XXI
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