“Un anillo, un anillo de rosas,
el bolsillo lleno de ramilletes
¡Achupé! ¡Achupé!,
sentadito me quedé…”
el bolsillo lleno de ramilletes
¡Achupé! ¡Achupé!,
sentadito me quedé…”
Esto
sería una libre traducción de la letra de la versión anglosajona del
juego infantil del corro de las patatas, sin embargo poca gente sabe (ni
si quiera los padres que enseñan esta tonadilla a sus hijos) que tiene
unas oscuras connotaciones, pues su aparición coincide con los últimos
brotes de peste bubónica en Europa y América. Si atendemos a las dos
primeras estrofas teniendo esto en cuenta, veremos que en realidad se
trata de algo así como una guiá de prevención de esta letal enfermedad
para infantes pues como su nombre indica antes se creía que la peste se
trasmitía por el aire y despedía un aroma fétido de modo que la mejor
prevención posible en caso de epidemia, era usar sustancias aromáticas
como las rosas o ciertas flores silvestres.
Hoy sin embargo
sabemos que esto es una mera superstición y que los verdaderos
responsables del contagio eran los piojos de la rata negra (ratus
ratus), que venía en las bodegas de los barcos portando sobre sus lomos
estos indeseables inquilinos.
Desde Zentropa Iberia
animamos a políticos, usureros, grandes empresarios y demás orondos
señores del mundo, que vayan haciendo acopio de provisiones de pétalos y
flores pues las ratas negras han vuelto a Europa y esta vez han venido
para quedarse.
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