He podido observar, al menos en el distrito madrileño de Villaverde, que las tiendas de chinos dedicadas a alimentación venden productos más caros que en supermercados, con el inconveniente de que con frecuencia algunos alimentos, especialmente dietéticos, suelen estar caducados.
Una vez abierto el producto, no devuelven el importe. Tampoco se puede reclamar en ningún sitio, porque los chinos, al menos en los establecimientos de alimentación, no entregan ticket de compra.
El coste de los productos que no tienen precio marcado se dispara, según el capricho del vendedor. Así me ha ocurrido con un gazpacho por el que quisieron cobrarme 3,95 € y rebajaron 2,95 €, después de protestar.
¿Por qué se permiten tantas irregularidades en las tiendas de chinos?
Publicado en: Ciudadano M
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