sábado, 31 de agosto de 2013
Que no se te vaya la vida...
"El capitalismo te da una vida para trabajar, el comunismo, esclavitud al trabajo y el fascismo un trabajo para vivir".
Al Griego
Los médicos hablan de ‘anatomía’, ‘nauseas’, ‘antibióticos’, ‘epidermis’, ‘microbios’, ‘menopausia’, ‘hemorragias’, ‘hematíes’, ‘anemias’, ‘artrosis’, ‘colesterol’, ‘cólicos’, ‘dermatitis’, ‘gastroenteritis’, ‘oligofrenia’, ‘esquizofrenia’, ‘neuronas’, ‘tórax’, ‘tiflitis’, ‘diarreas’ o ‘catarros’; los ‘biólogos’, ‘químicos’ y ‘físicos’ de ‘mamíferos‘ ,‘miriápodos‘, ‘hidratos’, ‘átomos’, ‘fotosíntesis’, ‘fósforo’, ‘electrones’, ‘electroimanes’, ‘fagocitos’, ‘litófagos’, ‘geosfera’, o ‘hidrógeno’ ; los ‘políticos’,’ aristocracia’ y ‘oligarquía’, nos hablan de ‘democracia’, ‘empatía’, ‘anarquía’, ‘monarquía’, ‘autonomías’, y a través de la ‘demagogia’ y la ‘estrategia’, ocultan la ‘tiranía’, la ‘autarquía’, la ‘hegemonía’ y el ‘despotismo’; los ‘músicos’ escriben en ‘pentagramas’ y se sirven de la ‘díada’, el ‘dúo’, el ‘dueto’, la ‘tríada’, el ‘micrófono’, el ‘megáfono’, el ‘saxofón’, la ‘melodía’ o el ‘ritmo’; lo mismo los lingüistas, que hablan de ‘fonética’, ‘polifonía’, ‘sílabas’, ‘morfología’, ‘sintaxis’, ‘morfosintaxis’, ‘léxico’, ‘análisis’, ‘ortografía’, ‘polisemia’, ‘semántica’, ‘anáforas’, ‘catáforas’, ‘deixis’, ‘gramática’, ‘topónimos’, ‘antropónimos’, ‘sinónimos’, ‘lexemas’ o ‘antónimos’; luego están los escritores, que usan ‘pseudónimos’, crean la ‘lírica’, el ‘teatro’, la ‘épica’ y componen ‘biografías’, ‘odas’, ‘epigramas’, ‘poemas’, ‘tragedias’ o ‘comedias’ usando ‘estrofas’, el ‘dístico’, el ‘hexámetro’, el ‘pentámetro’, el ‘diálogo’, el ‘monólogo’ o la ‘rima’; por supuesto no podemos olvidar a los ‘historiadores’, que miden en ‘décadas’, estudian el ‘paleolítico’, el ‘megalítico’, la ‘prehistoria’ y el ‘neolítico’, hablando del ‘Génesis’, la ‘Pangea’ y ‘holocaustos’; qué decir de ‘matemáticos’ y ‘geómetras’, que viven entre ‘hexágonos’, ‘hexaedros’, ‘pentágonos’, ‘heptágonos’,’ logaritmos’,’ tetraedros’, ’heptaedros’, ‘octaedros’, ‘octógonos’, ‘decágonos’, ‘perímetros’, ‘triángulos’ o el número ‘pi’; tampoco podemos dejar atrás la ‘filosofía’ y su ‘areté’, su ‘logos’, su ‘Aristóteles’, sus ‘sofistas’, su ‘odontología’ o su ‘psique’ ni a los sociólogos y su interés en la ‘misantropía’, los ‘patriarcados’, la ‘misoginia’, la ‘psicología’, la ‘necrofilia’, la ‘endogamia’ o la ‘poligamia’. Por último, claro, estamos nosotros, que hacemos ‘dietas’, visitamos ‘museos’, leemos la ‘Biblia’ o el ‘Decamerón’, vamos a ‘bibliotecas’, ‘hemerotecas’ y ‘discotecas’, hacemos ‘crucigramas’, creemos a ‘profetas’, nos describimos como ‘cinéfilos’ y ‘melómanos’, tenemos ‘orgasmos’, ‘métodos’, ‘fobias’, ‘melancolías’, ‘nostalgias’ y ‘manías’. Tenemos también ‘crisis’, ‘caos’, ‘éxodos’, ‘hipódromos’, ‘tauromaquia’, ‘ética’, ‘diplomas’, ‘tanatorios’, ‘epitafios’, ‘catarsis’, ‘sarcófagos’, ‘sindicatos’, ‘idiomas’, ‘laicismo’, ‘ateísmo’, ‘pirotecnia’, ‘homosexuales’ y ‘heterosexuales’, ‘cronómetros’, ‘atletas’, ‘cataratas’, ‘paranoias’, ‘ farmacias’, ‘traumas’, ‘diagnósticos’, ‘terapias’ e hijos que quizá se llamen ‘Jesús’, ‘Evaristo’, ‘Sofía’, ‘Ángel’ o ‘Basilio’. Sin embargo, nos sobra ‘idiotez’ y nos falta ‘criterio’ al pensar que al griego no le debemos nada.
María López Romero
Agosto de 2013
Citas Célebres
"Cuando los buenos se vuelvan malos y los malos se vuelvan buenos, el verano será invierno y el invierno verano".
Oído en Piedraescrita
El café de Agaete
El café de Agaete, que presume de ser el único que se cultiva en Europa, se ha convertido en los últimos años en uno de los productos más exquisitos del sector primario del noroeste de Gran Canaria y en el gran escaparate de las actuaciones de la Asociación para el Fomento y Desarrollo Agropecuario del Valle "Agroagaete".
Cultura del café
El presidente de este colectivo, Víctor Lugo Jorge, explica a Efe que su asociación trabaja por el fomento de la cultura del café en el archipiélago y, sobre todo, para "que la gente pueda conocer la planta, el secado del grano, el tostado y el molido del café del valle, para que observen de primera mano todo el proceso del producto, hasta disfrutar de una buena taza".
Lugo Jorge defiende que Agaete es el "único lugar de Europa" donde se cultiva el café y que eso es posible "gracias a las condiciones del clima tropical especial" de su valle, donde los termómetros no bajan de los 18 o 17 grados centígrados, "una temperatura muy favorable para los cafetales".
"La clave para tener un café de tanta calidad es el calor condensado del valle, la aclimatación de la planta a las condiciones del terreno y que los cafetales están rodeados de naranjeros, aguacateros y mangos, entre otras frutas tropicales. Aquí cultivamos el café a solo 400 metros de altitud, mientras que en otros lugares del mundo necesitan de 800 a 1.300 metros", resalta.
Fuente: EFE
Chusma
La intervención en Siria es un subterfugio para desestabilizar aún más la zona y justificar una ofensiva contra Irán
Empecemos por aclarar que en Siria no hay
ninguna guerra civil. Los llamados «rebeldes sirios» no reclaman
reformas ni acaudillan ninguna «revolución popular». Los llamados
«rebeldes sirios» no son sino mercenarios y terroristas reclutados en
los parajes más variopintos del atlas, financiados desde Qatar o Arabia
Saudita y con frecuencia adiestrados por los propios Estados Unidos, que
les llevan prestando apoyo logístico –al igual que Israel– desde que
comenzara el conflicto. Enfrente de ellos se halla un régimen de corte
dictatorial que, al igual que ocurría con Sadam Husein en Irak o con
Gadafi en Libia, se distingue por ejercer la tolerancia con las
comunidades cristianas y por defender los barrios en los que se asientan
de los sanguinarios ataques de los «rebeldes», que no pierden ocasión
de cometer las atrocidades más espeluznantes contra los cristianos. Si
esta chusma no hubiese recibido incesantes refuerzos, financiación y
suministros de armas desde el exterior, la guerra en Siria habría sido
atajada hace tiempo.
Como los Estados Unidos no pueden proclamar sin
ambages que apoyan el terrorismo en Siria justifican ahora su ataque
alegando que el régimen de Assad ha utilizado armas químicas. ¿Quién
puede tragarse semejante superchería? El ataque con armas químicas
ocurrió en Guta, el suburbio oriental de Damasco, donde Assad mantiene
reñida disputa contra los terroristas financiados desde el exterior.
Resulta muy difícilmente concebible que se empleen armas químicas allá
donde se mantienen concentradas tropas; y resulta directamente
rocambolesco que, además, se empleen mientras los inspectores de armas
de la ONU se hallan en el país. Las armas químicas, evidentemente, han
sido empleadas por la chusma a la que apoya Estados Unidos. Y el intento
de justificar tan burdamente la intervención se incorpora así al
repertorio de engañifas fabricadas por los Estados Unidos en su afán
imperialista, iniciado con la voladura del Maine.
La intervención en Siria fue diseñada hace
mucho tiempo, a modo de prólogo al ataque a Irán, que es la pieza que en
última instancia se pretende abatir. Las razones que se alegaban para
justificarla eran, sin embargo, tan inconsistentes y la calaña de la
chusma que combate a Assad tan repugnante que tal intervención se había
tenido que aplazar. Pero el peligro de colapso inminente del dólar ha
exigido urdir ahora esta engañifa tan burda. Por aceptar euros a cambio
de petróleo fue derrocado Sadam Husein; por pretender crear una divisa
africana fundada en el patrón oro –el dinar– fue liquidado Gadafi; por
pretender desligar las ventas de su petróleo del dólar, Irán se ha
convertido en la bicha de los americanos. El problema de fondo es que el
dólar, la moneda de reserva mundial desde Bretton-Woods, está cada vez
más desprestigiada; con una deuda pública mayor que todos los países de
la Unión Europea juntos, cada dólar que imprime Estados Unidos es, a
estas alturas, papel mojado. El colapso del dólar sólo se podrá dilatar
mientras se mantenga como divisa de las transacciones internacionales de
petróleo; en cuanto un grupo de países empezase a comerciar en otra
divisa, Estados Unidos iría a la bancarrota. La intervención en Siria es
tan sólo un subterfugio para desestabilizar aún más la zona y
justificar una ofensiva contra Irán.
«Otra vez millares de víctimas serán
sacrificadas sobre el altar de una imaginaria democracia», acaba de
denunciar paladinamente el Patriarcado de Moscú. Estamos en manos de una
chusma dispuesta a todo con tal de mantener su supremacía.
Juan Manuel Prada
Odio a los indiferentes
Odio a los indiferentes. Creo que vivir quiere decir tomar partido. Quien verdaderamente vive, no puede dejar de ser ciudadano y partidista. La indiferencia y la abulia son parasitismo, son cobardía, no vida. Por eso odio a los indiferentes.
La indiferencia es el peso muerto de la historia. La indiferencia opera potentemente en la historia. Opera pasivamente, pero opera. Es la fatalidad; aquello con que no se puede contar. Tuerce programas, y arruina los planes mejor concebidos. Es la materia bruta desbaratadora de la inteligencia. Lo que sucede, el mal que se abate sobre todos, acontece porque la masa de los hombres abdica de su voluntad, permite la promulgación de leyes, que sólo la revuelta podrá derogar; consiente el acceso al poder de hombres, que sólo un amotinamiento conseguirá luego derrocar. La masa ignora por despreocupación; y entonces parece cosa de la fatalidad que todo y a todos atropella: al que consiente, lo mismo que al que disiente, al que sabía, lo mismo que al que no sabía, al activo, lo mismo que al indiferente. Algunos lloriquean piadosamente, otros blasfeman obscenamente, pero nadie o muy pocos se preguntan: ¿si hubiera tratado de hacer valer mi voluntad, habría pasado lo que ha pasado?
Odio a los indiferentes también por esto: porque me fastidia su lloriqueo de eternos inocentes. Pido cuentas a cada uno de ellos: cómo han acometido la tarea que la vida les ha puesto y les pone diariamente, qué han hecho, y especialmente, qué no han hecho. Y me siento en el derecho de ser inexorable y en la obligación de no derrochar mi piedad, de no compartir con ellos mis lágrimas.
Soy partidista, estoy vivo, siento ya en la conciencia de los de mi parte el pulso de la actividad de la ciudad futura que los de mi parte están construyendo. Y en ella, la cadena social no gravita sobre unos pocos; nada de cuanto en ella sucede es por acaso, ni producto de la fatalidad, sino obra inteligente de los ciudadanos. Nadie en ella está mirando desde la ventana el sacrificio y la sangría de los pocos.
Vivo, soy partidista. Por eso odio a quien no toma partido, odio a los indiferentes.
Antonio Gramsci
11 de febrero de 1917
Madrid 30.08.2013
Concentración frente a la embajada de EEUU en apoyo al pueblo Sirio.
Miembros de Liga Joven rompen una bandera de EEUU.
Miembros de Liga Joven rompen una bandera de EEUU.
¡Por la libertad de los pueblos!, ¡Siria libre!.
viernes, 30 de agosto de 2013
jueves, 29 de agosto de 2013
Citas Célebres
"El tradicionalismo no significa ni estancamiento ni reacción; no representa hostilidad al progreso, sino que consiste en que todo el progreso nacional haya de llevar de cada uno de sus momentos y elementos el cuño y el estilo que definen la esencia de la nacionalidad. Romper con la tradición es poner en peligro la existencia misma de la patria".
Manuel García Morente
Citas Célebres
"Las reglas éticas varían, el honor no cambia. Noble es el que prefiere fracasar a envilecer las herramientas de su triunfo".
Nicolás Gómez Dávila
miércoles, 28 de agosto de 2013
Turistas que merecemos
Si hay algo que me sigue dejando
patedefuá, pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser
súbdito español y tener los sesenta tacos casi a punto de nieve, es la
facilidad de algunos compatriotas, o como se llamen ahora, para salir en
la tele sorprendiéndose ante lo obvio. Lamentando de pronto, pancarta
en alto, lo que hasta el más tonto del pueblo veía venir desde hace
años, sin otra bola de cristal que el sentido común. Pensaba en eso este
verano, durante los incidentes provocados en algunas localidades
costeras por hordas de turistas jóvenes, ebrios y gamberros, mientras
las autoridades locales y los vecinos ponían el grito en el cielo,
preguntándose qué habían hecho ellos para merecer eso. Lamentando que
España, o buena parte de su litoral mediterráneo, se haya convertido en
la cochinera donde viene a recalar el turismo más cutre y bajuno de
Europa. La meca de la chusma cervecera, bailona y vomitona, a veinte
euros por noche.
Vaya por delante que turismo
basura hay en todas partes. Verbigracia, Italia. En materia de chusma,
incluida la indígena, poco tienen que envidiar los primos del Lacio y
aledaños a nuestros más conspicuos poligoneros nacionales, o a los
turistas de cerveza, discoteca con fiesta de espuma y alivio en el
portal. Lo que pasa es que allí, junto a ese turismo de bajo coste y
carne sudorosa macerada en alcohol, los italianos, que son varias cosas
menos tontos, han sabido mantener, paralela, una oferta turística de
alta calidad, con lugares donde el turismo de mayor nivel económico y
exigencia, incluida la cultural, también se encuentra a sus anchas. Al
menos, de momento. Sitios, ésos, que viven no sólo de la cantidad de
botellas de agua mineral, bocatas y pizzas recalentadas que turistas de
menos recursos -dignísimos y con derecho a comer, por otra parte-
consumen cada día, sino también de viajeros que pueden gastarse durante
una cena con vistas al lago de Como, sin que les tiemble el pulso, 150
euros en una botella de Gaja. Por ejemplo.
Pero eso hay que currárselo. Lo
fácil es montarlo con docenas de torres de apartamentos y hoteles
baratos, tropecientas hamburgueserías y discotecas, barriles de cerveza
en cada esquina y guindillas municipales tolerantes con el guiri que,
antes de caer en coma etílico o matarse haciendo el gilipollas en el
balcón, se desnuda, orina, rompe y vomita por doquier. Reconvirtiendo
todo el comercio local, restaurantes, tiendas, bares, para adaptarlo a
esa subespecie de clientes. Sin exigir, siquiera, que se pongan la
camiseta cuando entran descalzos y rascándose los huevos, o el chichi, y
que echen la pota en otra parte; no vayan a irse a comprar a la tienda o
al pueblo vecinos. Pero claro. Para combinar este turismo ya inevitable
con el de categoría, y aprovechar lo más rentable de ambos, hacen falta
cultura, tradición, inteligencia, previsión a medio y largo plazo, y
sobre todo la conciencia de que una oferta turística no puede inspirarse
sólo en suelta lo que tengas y mañana Dios dirá. Tomemos por ejemplo La
Manga, que algunos conocimos de niños cuando era una bellísima lengua
de arena desierta entre dos mares. ¿Imaginan lo que sería hoy ese lugar,
de haber caído en manos de promotores inteligentes y con una visión de
futuro digna, en vez de acabar convertido en un disparate de
especulación y una pesadilla urbanística? ¿Calculan la riqueza que
estaría generando para toda la región, orientada a un turismo de calidad
con servicios impecables?
Lo nuestro, sin embargo, es otra
cosa. Cuando cinco mil alemanes, italianos e ingleses empastillados y
borrachos, a los que igual dan Lloret de Mar que Tegucigalpa porque van
ciegos, lo ponen todo patas arriba haciendo en manada lo que en su país
no les permiten que hagan, y los guardias de la porra se ponen de pronto
cumplidores y tienen que correrlos a hostias porque le pegan fuego al
pueblo, echamos la culpa a los dueños de discotecas, y a la degradación
de valores en la juventud, y a la puta que nos parió. Obviando que
llevamos décadas pidiendo a gritos esa clase exacta de turistas; y que
para complacerlos, beneficiándonos de sus miserables migajas,
transformamos muchos de nuestros pueblos costeros en barras al aire
libre, arrasamos el buen gusto, liquidamos el comercio tradicional,
convertimos a nuestros hijos en camareros de chiringuito y lamemos las
chanclas a la gentuza de toda Europa. Por eso tiene coña que ahora,
cuando recogemos en el telediario los frutos de nuestro esfuerzo, de ese
pan para hoy y hambre para mañana -lo que tarde en tranquilizarse la
otra orilla del Mediterráneo-, los alcaldes, concejales, comerciantes y
vecinos que por acción o silencio fuimos cómplices de tan grotesco y
sudoroso negocio, nos llevemos las manos a la cabeza. Olvidando que a
quien pide música luego le toca bailarla.
Arturo Pérez-Reverte
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